En Tamaulipas huachicoleaban en pipas y barcos


CUIDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Una patrulla color verde olivo recorre incesante el tramo entre Esteros y el libramiento de Manuel, en la carretera Tampico-Victoria.

A pesar de que es una camioneta perteneciente al equipo de seguridad de Pemex, abordo viajan militares que de vez en cuando se bajan de la ruta para revisar los ductos que transportan hidrocarburo por territorio tamaulipeco hasta Nuevo León y viceversa.

A unos 70 kilómetros de ahí, otra patrulla, ésta de la Marina, hace guardia en la puerta 1 de la Refinería Madero, por la que diariamente ingresan miles de personas a ese centro de trabajo, y no muy lejos de donde entran y salen decenas de pipas cargadas de gasolina para abastecer las estaciones de servicio. 

Al mismo tiempo, una patrulla naval recorre las aguas del Golfo de México, donde ocurre otra parte importante del robo masivo de combustible a Pemex.

Es el sur de Tamaulipas, que ahora sabemos, se convirtió durante los últimos años en el epicentro del saqueo institucionalizado a la empresa insignia del Estado mexicano.

Lo que alcanzan a robarse los huachicoleros, sobre todo en los ductos que atraviesan por el municipio de González, es un porcentaje mínimo comparado con lo que sale de manera rutinaria de los centros de almacenamiento y lo que se roban en altamar con los barcos mercantes de la compañía.

De acuerdo a estimaciones del Gobierno federal, el 80% del saqueo se da directamente en las instalaciones de Pemex con complicidad de su personal.

Por eso ahora hay marinos, apostados de manera permanente en la Refinería Madero, algo que no necesariamente ha sido bien visto por los trabajadores.

“Está muy tenso el ambiente”, sentencia un obrero de la empresa petrolera que no se siente del todo cómodo con la presencia de los elementos federales. “Nos revisan hasta el uniforme”, agrega. 

Es que los marinos en Madero, y militares en el resto de la entidad, no sólo prestan labores de vigilancia, sino que han asumido el control de la distribución de combustible. Todo lo que entra y sale, es revisado por los elementos de la Armada.

Porque en los últimos días, diversas investigaciones periodísticas han revelado el modus operandi con que se extraía de manera ilegal el producto de las refinerías de Pemex, incluida la de Madero.

Ana Lilia Pérez, especialista en el tema, detalló en diversas investigaciones, que para sacar las pipas sin problemas de las refinerías y las terminales de almacenamiento y reparto, los transportistas usan una doble y hasta triple facturación y facturas apócrifas.

Es decir, el “pipero” usa la misma factura para cargar hasta tres veces su contenedor con hasta 30 mil litros por carga, y finalmente él vende el producto a una gasolinera.

En este modus operandi es evidente la complicidad de todo el personal de Pemex que opera en la cadena de distribución: el pipero, el despachador, el elemento de seguridad que debería revisar las facturas para dejar entrar y salir los vehículos y hasta los gasolineros, que han sabido aprovecharse de la falta de control sobre lo que vende la empresa. 

Pero la ordeña también se da en altamar, y el sur de Tamaulipas también es centro neurálgico de ese entramado delincuencial que ha golpeado a la petrolera mexicana más que cualquier otra crisis que haya vivido en el pasado.

La revista Newsweek documentó el saqueo que realizan los llamados huachicoleros náutico. 

Un informe del área de Inteligencia de la Secretaría de Marina revela que los drenas de barcos que cubren rutas desde el sur de Tamaulipas hacia Campeche, son ordeñados por embarcaciones menores de empresas privadas que prestan servicio a Pemex, e incluso por pequeños barcos pesqueros.

En el documento, la Marina advierte que la Refinería Madero es donde se concentra la mayor parte del robo bajo esta modalidad, y detalla la forma en la que se da este saqueo:

Los barcos ordeñadores esperan a la madrugada para acercarse a la Terminal Marítima, luego de recibir el aviso de personal de la petrolera.

Ahí, ingenieros de Pemex “conectan” sus embarcaciones para cargarlas con el combustible extraído ilegalmente.

El informe incluso señala que los “huachicoleros” náuticos utilizan la Isla de Lobos, cercana a Tamiahua, para resguardarse y esperar el aviso.

Cada viaje para una embarcación de buen tamaño puede significar el robo de 600 mil litros de combustible.

La suma es abrumadora y explica la advertencia que hizo el presidente López Obrador cuando anunció el plan contra la ordeña y aseguró que el robo directo a los ductos es “una especie de pantalla” para ocultar el verdadero negocio: el asalto a las instalaciones de Pemex, en muchas ocasiones, con el beneplácito de funcionarios.

En el 2018, se robaron 58,200 barriles diarios de combustible, “la mayor parte tiene que ver con un plan que se opera con la complicidad de autoridades y una red de distribución”. 

En pesos, esto significa una pérdida para Pemex de 66,300 millones de pesos, más de 180 millones de pesos diarios.

De ese tamaño es el negocio y el golpe para las finanzas de una empresa que por cierto vive la peor época financiera de su historia.

Hace al menos diez años que las bandas delincuenciales descubrieron que en Tamaulipas el robo de combustible se podría convertir en una actividad muy lucrativa para sus intereses. 

Desde entonces no dejaron de crecer las estadísticas, aunque en el 2016, otras entidades empezaron a ocupar los primeros lugares en ordeña que antes correspondían al territorio local.

Hasta octubre del 2018 Tamaulipas, ocupaba el séptimo lugar nacional en incidencia de robo de hidrocarburo, con mil 084 tomas clandestinas descubiertas.

La entidad superó el número de tomas clandestinas realizadas por delincuentes en el 2017 para extraer de forma ilegal el hidrocarburo y que contabilizaron mil 100.

Por día, personal de Seguridad Física de Pemex, Ejército, Marina, Gendarmería y elementos de la Policía Estatal, descubren 3.5 ductos dónde realizan ilegalmente perforaciones para extraer el hidrocarburo y venderlo.

Las entidades con mayor “ordeña” son Puebla con mil 816; Hidalgo, mil 726; Guanajuato se ubica en tercer lugar con mil 547 tomas; Veracruz sumó mil 338 hasta el mes de octubre; la Ciudad de México contabilizó mil 268; Jalisco tiene mil 263 tomas descubiertas y Tamaulipas en el séptimo lugar con mil 084.

En los últimos 15 días, en la entidad se han decomisado 63,780 litros de combustible robado, en los municipios de Río Bravo, Matamoros y Llera.

Esto, como parte de los operativos que realizan la Policía Federal Ministerial, personal de Seguridad Física de Petróleos Mexicanos, la Policía Federal, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Policía Estatal.

En total, bajo el nuevo plan contra la ordeña se han decomisado 261 mil litros de hidrocarburo y se han localizado 34 tomas clandestinas, por lo cual se han abierto 51 carpetas de investigación.

De acuerdo al panorama planteado por la nueva administración federal, las 1,084 tomas clandestinas detectadas en el 2018, serían un porcentaje mínimo del gran saqueo contra las instalaciones petroleras en la entidad.

Por eso, ahora hay decenas de militares patrullando al raz de los ductos; marinos revisando las entradas de la Refinería, y buques navegando para detectar a los huachicoleros náuticos. 

Buscan poner fin a un delito más lucrativo y menos riesgoso que cualquier otro, gracias a la complicidad de las autoridades. Si las cifras que ha revelado López Obrador son cercanas a la realidad y su estrategia funciona, muy pronto las finanzas de Pemex deberían tener un alivio.

Fracking: ¿sí o no?

Staff

El futuro de la Cuenca de Burgos aún es incierto, pues su desarrollo depende en buena medida de la autorización o no del uso del fracking.

Aunque el presidente advirtió que no se permitirá esta en México, y de hecho se cancelaron las rondas 3.2 y 3.3 que incluyen campos en la Cuenca de Burgos, el futuro de la industria energética en Tamaulipas resiente la incertidumbre pues se desconoce hasta donde llegaría esta negativa, que afectaría inversiones para cinco municipios de la entidad.

La duda radica en que el Presupuesto de Egresos de la Federación aprobado para el 2019 sí contempla la perforación de pozos para gas shale.

De acuerdo con el PEF aprobado para 2019, la actividad para aceite y gas de lutitas (shale) se incrementará en 96 por ciento respecto a lo aprobado el año pasado y contará con recursos por 3 mil 350 millones de pesos.

Como parte de todo el programa se espera perforar 62 pozos exploratorios y 292 de desarrollo, de los cuales entre 8 y 10 pozos exploratorios serán perforados en una primera etapa, de acuerdo con lo ya autorizado por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). 

Los recursos para este programa están previstos desde 2019 hasta 2022, lo que refleja una buena señal para la evaluación de las cuencas que tengan formación de lutita de alta permeabilidad, ya que esto permitirá el desarrollo en la producción, aseguró Ramsés Pech, analista energético y socio de Caravia y Asociados.

Las rondas energéticas 3.2 y 3.3 significaban una derrama de al menos cinco mil millones de dólares y la creación de 20 mil fuentes de empleo para Tamaulipas, por lo que la Comisión Energía de Tamaulipas pidió a la Secretaría de Energía reconsiderar la cancelación.

Con la reforma energética se han adjudicado un total de 107 contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos, y se ha duplicado la exploración de 130 pozos, de cuyos ingresos al Estado mexicano corresponde 70 por ciento.

A DETALLE

El crecimiento de tomas clandestinas en Tamaulipas hasta octubre del 2018 era del 13%
Se registraron hasta octubre 1,084 tomas clandestinas en el estado, unas 130 más que en 2017, cuando eran 954.

Las pérdidas por huachicoleo ascienden en 2017 a 60 mil millones de pesos, más de 600 pipas al día fueron robadas en 2017 y en 2018 se estima una cifra similar. 

En Tamaulipas el huachicoleo tiene una red de ductos de 481 km por donde extraer el combustible y una terminal de almacenamiento en la zona sur de Tamaulipas que se suma a las 5 que hay en
el estado. 

Los poliductos en Tamaulipas atraviesan por Madero, llegan a Ciudad Victoria y se dirigen a Cadereyta y sube por Reynosa y Matamoros. Las terminales también son fuente de robo de combustible
y el estado tiene en Reynosa, Madero, Ciudad Victoria, Nuevo Laredo y Ciudad Mante. 

Durante el 2018 el mes de abril fue el de mayores tomas detectadas con 155, de septiembre a octubre repuntó de 102 a 134, un incremento del 31%. 

El estado con mayor robo de combustible es Puebla con 1,815 tomas, seguido de Guanajuato con 1,547, luego Veracruz con 1,338, Jalisco con 1,263 y el Estado de México con 1,268.

El 28.8 por ciento del presupuesto diario en prevenir y remediar las tomas clandestinas de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) se gasta en Tamaulipas. Esto representa un millón 94 mil 751 pesos que el gobierno federal eroga cada día por esta problemática.
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