Estado Mayor Presidencial se incorporará a la SEDENA

Andrés Manuel López Obrador, virtual ganador de la contienda electoral por la Presidencia de la República, indicó que no hará uso de guardaespaldas, ya que los ciudadanos lo cuidarán.

“Eso significa que los ciudadanos me van a cuidar y me van a proteger y que los medios van a actuar con orden para que de esta manera no esté yo rodeado de guardaespaldas”, afirmó a su llegada a Palacio Nacional para una reunión con el presidente Enrique Peña Nieto.

Previamente, al bajar del vehículo que lo trasladó de su casa de campaña al Centro Histórico de la Ciudad de México, dijo que llegaba muy tranquilo, seguro y con ánimos de conciliación.

Entre gritos de ¡presidente, presidente! de parte de simpatizante que se congregaron en las inmediaciones de la Plaza de la Constitución, y un tumulto medios de comunicación, López Obrador ingresó al inmueble para iniciar el proceso de transición.

Nerviosismo en el EMP

Tras las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador ayer sobre que persiste la intención de desintegrar al Estado Mayor Presidencial (EMP), al interior de este grupo castrense priva el nerviosismo y la incertidumbre, trascendió.

Elementos de las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, así como de la Policía Federal comisionados al EMP han transmitido la inquietud existente en sus filas a partir de las declaraciones formuladas en ese sentido por López Obrador desde su campaña, así como su intención de limitar al mínimo su aparato de seguridad.

El actual jefe del EMP –con una buena parte de su trayectoria dentro de la institución–, el general de división Roberto Miranda Moreno, desde que comenzó la contienda electoral ha buscado públicamente resaltar la importancia, labores y logros de ese cuerpo castrense.
 
 
Apenas el pasado 22 de febrero y frente al presidente Enrique Peña Nieto, al celebrarse el Día del Estado Mayor Presidencial, resaltó: “desde el momento en que insurgentes y realistas se integraron en el Plan de Iguala para consumar la Independencia de México, la persona que la nación elige para dirigir los destinos de país ha requerido contar con un grupo especializado que lo auxilie en la obtención de información general, planifique sus actividades personales, propias del cargo, garantice su seguridad y lo auxilie en sus funciones constitucionales’’.

Y pedía entonces "diálogo y conciliación para solucionar las inquietudes de quienes quieren denostar la dignidad de las instituciones de la República".

Sin embargo, para López Obrador, las funciones del EMP no son necesarias, pues ‘’quien lucha por la justicia no tiene nada qué temer; el que está rodeado de guardaespaldas es porque no tiene su conciencia tranquila. Sólo alguien que tiene miedo, porque hizo algo malo, necesita tanta escolta’’, según declaró en Veracruz el 24 de marzo del año pasado. Recientemente ha dicho que sus integrantes regresarán al órgano militar o policiaco del cual proceden.

Para el EMP, proteger al presidente es una responsabilidad "de la más alta importancia para el país, pues implica el resguardo de la representación del Estado mexicano y de la República, por consiguiente de la estabilidad y de la seguridad nacionales".

Entre sus funciones tiene también la protección y cuidado de la familia presidencial, de los secretarios de Estado, de los más altos funcionarios y de los dignatarios extranjeros de visita en México.
 
 
¿Que más hace?

El EMP cuenta con un reglamento propio el cual le asigna otras tareas.

En materia de seguridad, el otorga protección a la familia del primer mandatario, al presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos, a los ex presidentes de la República, a secretarios de Estado y a otras personas que, por su encomienda o situación, el titular del Poder Ejecutivo Federal así lo instruya.

En este último caso se encuentran, entre otros, los candidatos presidenciales de los diversos partidos políticos.

Tiene la responsabilidad de proporcionar la seguridad y el apoyo logístico que el Estado mexicano está obligado a brindar a dignatarios extranjeros durante sus visitas a nuestro país.

Se le asigna la misión de coordinar la seguridad y la logística integral de las reuniones internacionales de Jefes de Estado y de Gobierno, así como las de nivel ministerial celebradas en México y organizadas por el Gobierno Federal.

Es el encargado de administrar y operar una flota aérea constituida por nueves aviones y ocho helicópteros en el cual se transporta al presidente de México, secretarios de Estado, el personal del EMP, y de guardias presidenciales, en algunas ocasiones grupo de legisladores en giras de trabajo, e inclusive Jefes de Estado o de Gobierno que visitan México, como su Santidad Benedicto XVI.

Entre las tareas que también desempeñan es brindar apoyo de logística en los eventos y giras presidenciales.
 
 
 
Entonces, debe abarcar aspectos de de organización y protocolo, de instalación y control de los equipos de sonido, de gestión y supervisión del respaldo de energía eléctrica, de atención médica y hospitalización, de ayudantía militar o asistencia oficial al presidente durante sus actividades, de organización de convoyes y definición de rutas de traslado, entre otras actividades en esta materia.

Actualmente cuenta con 2 mil 021 efectivos, de los cuales mil 586 son militares de las tres fuerzas armadas, 52 policías y 383 civiles. Entre los militares el 82 por ciento corresponden al ejército, el 9 por ciento a la armada y el por ciento a la fuerza Aérea.

De acuerdo a su jerarquía militar 12 son generales o almirantes, 187 jefes o capitanes, 550 oficiales y 836 de tropa o clases y marinería.

Por su género, el 16 por ciento son mujeres y el 84 por ciento hombres. Además cuenta con el apoyo directo de las Unidades de Guardias Presidenciales del Ejercito y de la Armada de México, que suman un total de 6 mil 026 efectivos.
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