¡Al ver los federales; ´aviéntense bonito´, dijo El Lazca – el que caiga tiene segura la manutención!


Al ver los federales ´Aviéntense bonito´ dijo El Lazca – el que caiga tiene segura la manutención…. Valeriano se unió a las filas de Los Zetas luego de años de haberse retirado del Ejército. Salió de éste después de 12 años de servicio en los cuales no pasó de ser cabo.

Se dio de baja porque no le alcanzaba el sueldo y porque siempre estaba lejos de su mujer e hijos, Tras abandonar el ejército su único trabajo fue de albañil, después de años de trabajar en la obra, le ofrecieron chamba cuidando unos camiones que debían cruzar de Veracruz a Tamaulipas; la única función era vigilar sin mayor riesgo.

Después de allí vinieron más misiones; tan así, que en menos de dos años ya estaba dentro de la estructura más cercana al comandante Heriberto Lazcano, Comenta Valeriano; ”Cuando él vio cómo me la rifé en un enfrentamiento con los golfos allá en Monterrey, me mandó llamar.

Me dijo que quería que estuviera a su lado y que me sumara a su escolta. Comencé como su chófer, pero luego me fui ganando su confianza y, en menos de tres meses, ya estaba a cargo de un turno de su seguridad.

”Recuerda que a principios del 2008 en Río Bravo, Tamaulipas, se toparon a los federales; yo iba de chófer, y no la pensé. Le dije al comandante que había gente enfrente y de volada me dio la instrucción.

Me dijo: ‘Ándele, Vale, aviéntese’. De volada le organicé la salida, escoltado por otros cinco que iban con nosotros en la camioneta. Y nos quedamos 10 a cubrir la salida del patrón.

”—Aviéntense bonito —dijo El Lazca—, ya saben que el que caiga tiene asegurado el bienestar de la familia, y va mi palabra de por medio… ”Y el comandante Lazcano siempre ha tenido palabra, así que ni lo pensamos y nos pusimos al tú por tú con los federales.

Al principio se veía como que eran muchos y mejores para los balazos que nosotros, pero cuando sabes que ese es tu último día, como que te sale más coraje, como que te envalentonas y como que las cosas te salen mejor. Y yo me envalentoné, pero las cosas no me salieron bien. 
”Yo estaba seguro de que no saldría vivo de esa refriega, y me tiré con todo, pero bien dice el dicho que ‘cuando no te toca, ni aunque te pongas’, y así me sucedió:

Me acabé todo el parque, ya había caído la gente que me ayudaba, y vi que aún estaban en pie muchos federales, saqué la pistola y me di un tiro en la cabeza pero con tan mala suerte que la bala no entró derecha.

Dijo el doctor en la SIEDO que de milagro estaba vivo.

La instrucción del comandante Lazcano fue no dejar en pie a ninguno de los federales que nos cerraron el paso. Allí se tomó la decisión, en plena refriega: el que cayera tenía asegurada la manutención y el sustento de su familia, esa era la palabra del jefe.

Tras el enfrentamiento y balazo que se dio Valeriano quedó gravemente herido, después de meses de recuperación se lo llevaron directo a la cárcel, quedó ciego, sin sentido del gusto, ni sensibilidad en las manos, ni olfato, mejor dicho sin sensibilidad en ninguna parte del cuerpo, Su único sentido intacto era el oído.

De la manutención ni hablamos, que esa ya quedó en el olvido……
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