El Mencho un sociópata y líder sanguinario del CJNG

Convertido en el capo más exitoso de los últimos cinco años, sanguinario y protegido por policías, militares y hasta por altos funcionarios del gobierno de Jalisco, Nemesio Oceguera Cervantes, El Mencho, tiene una larga historia criminal que comenzó a construirse en Michoacán con sangre y fuego.

Luego se afincó en Jalisco, donde encontró su verdadero asidero tras el arribo de Aristóteles Sandoval a la gubernatura de ese estado. En pocos años, El Cártel de Jalisco Nueva Generación creó todo un feudo: dispone del control policiaco, matan, secuestran, desaparecen a rivales y amplían su mercado de distribución de drogas de todo tipo con el respaldo oficial.

De esa manera, el cártel que encabeza Nemesio Oceguera ya controla diez estados del país –Jalisco, Michoacán, Colima, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Estado de México, Veracruz, Puebla y San Luis Potosí –y van por más: ahora pretenden incursionar en los territorios que durante poco más de dos sexenios dominó Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, actualmente en disputa.
 

En Jalisco, El cártel de Oceguera sentó sus reales después de que Aristóteles Sandoval asumió el poder. Ese grupo criminal dispone de todo el respaldo oficial y a esa razón obedece que hasta ahora nadie lo haya podido detener. En Guadalajara y Zapopan tienen uno de sus principales corredores de distribución de cocaína. Han abierto “tienditas” por todas partes y tanto la policía municipal como estatal se encargan de conseguir los sitios adecuados para abrir un nuevo expendio de drogas. Tan protegido está el grupo criminal que hasta no hace mucho tiempo un yerno de Oceguera se le veía muy cerca de una importante secretaría del gobierno del estado. Incluso se dijo que era empleado, luego desapareció y no se supo más de él.

Nemesio Oceguera carga con una historia difícil desde su niñez. Como muchos jóvenes que han nacido en Tamaulipas, Michoacán o Sinaloa –territorios sin ley donde todo huele a crimen –Nemesio Oceguera fue un joven que a su corta edad se le truncó el futuro. Nacido en la miseria, el impulso de salir adelante lo llevó a enredarse en la delincuencia organizada, la única empresa que brindaba posibilidades de obtener dinero en un estado como Michoacán que por décadas ha estado dominado por la mafia tanto política como criminal.
 
Oceguera Cervantes –ampliamente conocido en el mundo del hampa como El Mencho –perdió el miedo y pronto comenzó a matar a personas que le estorbaban, convirtiéndose primero en un temible sicario. Luego fue ascendiendo en el escalafón del narcotráfico hasta que emigró a Jalisco y comenzó su fulgurante crecimiento: actualmente es el jefe del Cártel de Jalisco Nueva Generación, la organización criminal que en un lustro llegó a posicionarse en diez estados de la República y tiene presencia en varios países del continente latinoamericano.
 
 
De cuna humilde, Oceguera Cervantes nació en Michoacán. El 17 de julio de 1966, el capo vio por primera vez la luz en una ranchería de la llamada Tierra Caliente michoacana, una zona donde la ley no existe. Sólo impera una: la del gatillo. En ese territorio todo se arregla con balas. El Ministerio Público y las procuradurías son meras figuras decorativas en un estado donde la ley de la mafia es la que manda y todo el mundo lo sabe.

Nemesio Oceguera no terminó la educación primaria. Gran parte de su niñez y adolescencia transcurrieron en el cultivo de aguacate. El campo y las largas jornadas de trabajo le impidieron el desarrollo de una niñez más amable. Pero poco antes de alcanzar la mayoría de edad emigró a California en busca de un mejor porvenir.

En territorio estadunidense se vinculó a la delincuencia común, pero más tarde terminó enganchado en una red de distribuidores de heroína, por lo que fue detenido y sometido a juicio, aunque no por mucho tiempo.

Tenía 25 años de edad cuando fue arrestado en Sacramento, California, junto con su primo Abraham, quienes fueron sentenciados a cinco y diez años de priión, respectivamente, por tráfico de heroína. Hacia el año de 1992 y tras sellarse un acuerdo con la Fiscalía ante la cual se declararon culpables, la condena se redujo cuando Oceguera Cervantes compurgó tres años. Fue entonces cuando El Mencho fue liberado bajo las reservas de ley y enseguida deportado a México.

Bajo el sobrenombre de El Mencho, su carrera fue tan fulgurante que después de militar en el cártel del Milenio, el de Los Valencia de Michoacán, emigró a Jalisco para fundar la organización llamada Los Mata Zetas, quienes penetraron fuerte en el estado de Veracruz para desplazar a Los Zetas, grupo criminal que se afincó en ese entidad en 2004, tras concluir el sexenio de Miguel Alemán, y mantuvo una fuerte hegemonía hasta el año 2016, tras concluir el sexenio de Javier Duarte de Ochoa, un periodo gubernamental caracterizado por la violencia, la corrupción y el desgobierno.

En Michoacán se alió con Abigael González Valencia, conocido como El Cuinis –jefe de la banda del mismo nombre y quien se dedicaba al tráfico de metanfetaminas hasta su arresto –y con José Revueltas, El Cachetes, cabeza del grupo delictivo llamado Los Viagras que durante varios años sembraron el terror en Michoacán, Jalisco, Guerrero, Morelos y Estado de México.
 
 
Al lado de estos personajes, Nemesio Oceguera incursionó en el tráfico de las metanfetaminas –negocio que lo entronizó tiempo después al convertirse en uno de los principales distribuidores en América Latina –y se posicionó como uno de los más importantes, después de los hermanos Amezcua Contreras, quienes hicieron de este negocio un gran emporio en Colima, pues fueron los primeros que en México abrieron el mercado de las llamadas drogas de diseño.

Oceguera tuvo muy claro que dentro de este clan del narcotráfico tendría futuro y algunos años después de incursionar en el negocio de las drogas contrajo nupcias con una de las hermanas de Los Valencia –entonces amos y señores del narcotráfico en Michoacán –y así fortaleció su relación con la banda de Los Cuinis, el grupo que, entre otras actividades, tenía las de las operaciones financieras de la organización criminal que más tarde se convertiría en el Cártel de Jalisco Nueva Generación.

Ya como cabeza de este cártel, creó el grupo paramilitar llamado Los Mata Zetas, quienes fueron vistos como un grupo auspiciado por el Estado para limpiar las plazas dinamitadas por la violencia.
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1 comentario :

  1. Presencia en 28,dominio en 14, y el cds ya sólo son celulas,ya solo es un mini cartel;esa es la verdad.

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