#Tequisquiapan El Tartamudo y su Familia los Masacrados; un Pesado que fue Detenido y Liberado

Tequisquiapan, Qro.- El asesinato a tiros de una familia en el rancho “Los seis hermanos” de Tequisquiapan, Querétaro, alertó tanto a las autoridades como a los habitantes de la zona. Gracias a las primeras investigaciones, se descubrió que entre las víctimas estaba Álvaro Sánchez Sánchez, alias “El Tartamudo”, identificado como líder del Cártel de los Hermanos Sánchez.

Un informe de la Fiscalía General del estado esclareció que la balacera fue perpetrada aproximadamente a las 17:19 horas del 18 de abril al interior de un inmueble de la comunidad El Tejocote, de dicha demarcación. Cuando los agentes policiales arribaron al sitio se encontraron con los cuerpos, ya sin vida, de Álvaro Sánchez y de dos mujeres.

 

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Otras dos mujeres que resultaron lesionadas fueron trasladadas a diversas instituciones de salud, pero ninguna sobrevivió. Una falleció en el trayecto, mientras que otra murió cuando era atendida en un hospital particular del municipio.

El levantamiento de pesquisas permitió concluir que entre las víctimas también estaba Orfelina Rebollar Castelán, esposa del “Tartamudo”, señalada como mano derecha del líder criminal dentro de la estructura delictiva. Según informó Humberto Pérez, vicefiscal de investigación y persecución del delito, también fueron asesinadas dos tías y una sobrina de Sánchez Sánchez.

 

 

“El Tartamudo”, también conocido con los apodos de “Pollo” y “La Tía”, fue señalado por la Fiscalía de Justicia del Estado de México (FGJEM) como el principal jefe del Cártel de los Sánchez Sánchez, cuya segunda figura al mando sería Lorenzo Sánchez Sánchez, alias “Lencho” y/o “El señor de los caballos”.

 

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Gracias a un entramado criminal de al menos 13 personas y conexiones en Centro y Sudamérica, los hermanos Sánchez Sánchez estaban al mando de múltiples operaciones de tráfico de cocaína que entraban a México por Tapachula, Chiapas y, vía terrestre, llegaban a Estados Unidos.

Además, un sujeto de nombre Gustavo Ortiz, alias “Lobo”, sería el encargado de coordinar el tráfico de armas desde EEUU a México.

 

Juan Carlos Cienfuegos Vera, Felipe Valerio Sánchez (alias “Lagrimita”), Sergio Macedo Sánchez, David Valero, Alexander León, Luis Alberto Benítez Rebollar, José Manuel Benítez Rebollar, Óscar Vallejo y Mónica Luna Ángeles son las identidades de quienes figuran en la lista de presuntos operadores del grupo criminal.

De acuerdo con informes oficiales retomados por el periodista Ricardo Ravelo y por Sol Yucatán, este grupo criminal tendría presencia en el Estado de México, Querétaro y Chiapas, pero “El Tartamudo” se habría refugiado en Veracruz aproximadamente en 2019 para coordinar las actividades ilícitas desde el municipio de Oluta.

 

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Presumiblemente, en dicho estado costero Álvaro Sánchez contaba con múltiples ranchos y propiedades (incluidos aviones y helicópteros), además de tener el apoyo y la protección de las instituciones de seguridad, así como de José Wong Reyes, delegado de la Policía Ministerial que ha trabajado en distintas regiones de Veracruz.

 

Aunado a esto, la Fiscalía mexiquense identificó que “El Tartamudo” tenía al menos tres propiedades en la entidad:

- Inmueble en Guillermo Prieto No. 49, colonia Centro, Tejupilco, C.P. 51400

- Rancho en Tejupilco, en el cual, según las autoridades, tenía un tigre

- Domicilio en calle Mercurio, casi esquina con Boulevard de los Planetas, también en Tejupilco.

En el inmueble de 40 hectáreas en el que fue asesinado Sánchez Sánchez, agentes de la policía queretana encontraron ocho armas de fuego, equipo táctico, un tigre, cebras, venados y casi cuatro mil cabezas de ganado.

 

 

Además, la Fiscalía confirmó que “El Tartamudo” tenía contratado un grupo de escoltas armados. Reportes extraoficiales señalaron que el comando encargado de protegerlo estaba integrado por militares retirados, pero esto no ha sido corroborado por la institución.

 

Se Refugió en Veracruz y acosan a periodistas

 

Álvaro Sánchez, alias “El Tartamudo”, fue uno de los líderes del crimen organizado que murió en la balacera de Tequisquiapan, Querétaro. Este sujeto, como lo anotamos en varios artículos del portal Libertad bajo Palabra, se refugiaba en Veracruz, custodiado por policías estatales, entre ellos José Wong Reyes, un policía que detuvo a toda una familia de manera ilegal, inventándole cargos que finalmente se le cayeron.

 

 

Estos dos sujetos mandaron una misiva al portal Libertad bajo Palabra, exigiendo que se bajara una nota en la que se les vinculaba; absurdo, no quieren que se les vincule y mandan la misma nota, firmándola la primera “El Tartamudo” y la segunda Jorge Wong. En su misiva anotaban: “La información que usted genera y/o divulga por ese medio de información me ocasiona un grave un daño y/o perjuicio irreparable a mi imagen personal, familiar, laboral y/o social, así como, el mensaje de odio que construye, distribuye y fomenta usted en mi contra con esa nota con información del suscrito que usted utiliza sin derecho y sin mi consentimiento”.

 

Pues este sujeto que nos acusaba de causar un daño irreparable a su imagen personal, fue acribillado, esto a pesar de contar con 10 escoltas; ¿escoltas del Ejército?

 

 

La nota que este sujeto pedía que bajáramos decía: “El líder de un cartel de la droga mueve los hilos de la policía ministerial en el sur de Veracruz. En el municipio de Jesús Carranza, Álvaro Sánchez Sánchez consiguió que su testaferro José Wong, detuviera a las empleadas de Jhovany Aguirre, quien se negó a participar con él en el negocio del tráfico de drogas.

 

José Wong inventó que las empleadas eran secuestradoras, las torturó y amenazó con violar a sus hijas. Afortunadamente, al hacerse conocido el caso y las arbitrariedades cometidas por José Wong, se dejó en libertad a las empleadas de Jhovany Aguirre”.

 

 

¡Pero no la bajamos, haciendo prevalecer nuestro derecho a la libertad de expresión! 

 

Había sido detenido junto a su esposa armado y con un tigre

La tarde del pasado 24 de diciembre fue detenida en Querétaro una pareja que llevaban cuatro armas de fuego, noventa y ocho cartuchos útiles y ejemplar felino: un tigre cachorro.

 

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La policía municipal de esa entidad logró la captura en el tramo de la carretera estatal 100-110. La mujer dijo llamarse Orfelina Rebollar Castelán y su acompañante se identificó como “Manuel Méndez”. Sin embargo, lo que la policía no advirtió es que este sujeto en realidad se llama Álvaro Sánchez Sánchez, alias el Tartamudo, quien es buscado por las autoridades estadunidenses y mexicanas porque presuntamente es jefe de una robusta organización criminal que opera el tráfico de drogas y al lavado de dinero.
 

 

Sánchez Sánchez es señalado por la agencia antidrogas norteamericana, la Fiscalía General de la República y la Fiscalía General del Estado de México como cabeza de la célula criminal denominado “Los Hermanos Sánchez”, la cual está dedicada al tráfico de cocaína a gran escala a través de tractocamiones que cruzan la frontera. Otro de sus feudos es el estado de Querétaro, donde cuenta con ranchos y miles de cabezas de ganado de alto registro, según los informes de inteligencia.
 

Tras la detención, ocurrida en el municipio de El Marqués, Querétaro, la pareja fue puesta a disposición de la FGR, pero horas después fueron liberados, según el Registro Nacional de Detenciones. Esto ocurrió no obstante que la Fiscalía tiene varias carpetas abiertas en contra de Sánchez Sánchez por delincuencia organizada y realiza una investigación conjunta con la DEA contra este presunto capo de la droga que se ha mantenido impune mediante sobornos a las más altas autoridades estatales y federales, y que se sabe se esconde muy bien en el estado de Veracruz, donde igual cuenta con ranchos y propiedades y nadie lo molesta.

 

El empresario ganadero Jhovani Aguirre Benítez, quien se encuentra preso por acusaciones falsas de Sánchez Sánchez, dijo en entrevista que él identifica muy bien al detenido. “Lo conozco muy bien y no tengo dudas de que la policía lo detuvo el pasado martes 27 pero lo soltaron mediante sobornos”, dijo el detenido mediante llamada telefónica, versión que también es sostenida por familiares de Aguirre Benítez quienes conocen ampliamente a Sánchez El Tartamudo.
 

En agosto de 2021 Aguirre Benítez presentó una denuncia de hechos ante la FGR en la que acusa a Álvaro Sánchez de estar implicado en el tráfico de drogas. Dice, además, que su encarcelamiento ocurrió porque se negó a colaborar con él en ese negocio. Luego me fabricaron los delitos, usando a las autoridades corruptas, mandó a sembrarme droga y una arma y esa es la razón por la que estoy en la cártel. Álvaro Sánchez pagó a las autoridades para que me fabricaran estos cargos que nunca he cometido”, expone.
 

 

De acuerdo con la acusación de Aguirre, Sánchez Sánchez opera en Querétaro, Chiapas, Veracruz y el Estado de México con el respaldo de las fiscalías de esos estados y de las policías municipales y estatales. De esa forma se ha mantenido impune. Incluso, en meses pasados, intentaron sembrarle delitos federales, y a unos supuestos secuestrados, en su rancho de Jesús Carranza. Fue gracias a las protestas de sus trabajadores, y sus familias, que no se cometió una injusticia.
 

Según Aguirre Benítez, este personaje mantiene permanentemente amenazada a su familia, quienes por cuestiones de seguridad se mantienen alejados de sus casas y negocios, pues les ha mandado a decir que los va a asesinar o los va refundir en la cárcel, como lo ha hecho con él.

 

Eran ex militares sus escoltas

Todas las víctimas de este ataque son originarias del estado de Michoacán; durante el cateo realizado en el rancho se encontraron armas de fuego y equipo táctico, distribuían grandes embarques de animales a los rastros tipo TIF de la zona del Bajío y el Estado de México.
 

Debido a que los hermanos del rancho manejaban mucho dinero, contaban con alrededor de 10 escoltas todos ellos ex militares la mayoría que trabajaron en el Séptimo Regimiento Mecanizado de La Llave, en San Juan del Rio.
 

Los propietarios del rancho donde se desató la balacera esta localizado cerca de la comunidad de El Tejocote, es una zona estratégica para la venta de clembuterol, ya que municipios vecinos como Ezequiel Montes y Colon, son consideradas como zonas inminentemente ganaderas.

 

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