#Zirándaro la Guerra entre CJNG y LFM deja 3 mil desplazados

Zirándaro, Gro.- El Municipio Zirándaro de los Chávez, Guerrero es una tierra infértil, donde no prospera la paz; el pasado fin de semana la comunidad de El Chivo fue escenario del más sanguinario de los enfrentamientos entre miembros de los grupos criminales, La Familia Michoacana y el Cártel de Jalisco Nueva Generación, que habría dejado más de 30 muertos.

De acuerdo con el presidente municipal, Gregorio Portillo Mendoza, de octubre a la fecha, suman más de tres mil personas desplazadas de 40 comunidades, lo que representa el 30 por ciento de la población que ha abandonado sus hogares por motivos de inseguridad.

De manera extraoficial se tiene conocimiento que el 23 de enero de este año, de dio un enfrentamiento en la localidad de Pandacureo, zona limítrofe entre los territorios de ambas bandas delincuenciales, los cuales habrían sido levantados por sus propios compañeros y sepultados en fosas clandestinas.

El sábado 08 de febrero, detonó nuevamente la violencia, esta vez, en la localidad de «El Chivo», a menos de media hora de la localidad, uno de los más sanguinarios de los que se han documentado.
 
 
 
 
Según narraron pobladores; pasadas las 15:00 horas del sábado, unos 500 miembros del grupo delincuencial La Familia Michoacana se concentraron en este poblado, presuntamente iban a cobrar su quincena, cuando fueron sorprendidos por el grupo rival, de el Cártel de Jalisco Nueva Generación.

De ahí se derivó un fuerte enfrentamiento que se extendió por más de seis horas, decenas de domicilios dan muestra del nivel de armas que fueron utilizadas, AK-47, AR-15, así como armas conocidas como Barret calibre 50, que perforaron incluso las paredes.

En el epicentro del enfrentamiento una familia quedó atrapada entre el fuego cruzado, estaban terminando de comer, cuando empezó la movilización y no tuvieron tiempo de huir, por lo que sólo se refugiaron debajo de la cama de una de sus recámaras.

En las paredes internas y externas es imposible contabilizar la cantidad de impactos; techo, muebles, enseres, aparatos, ventanales y ropa, todo quedó completamente destruido, y su hogar inhabitable.
 
 
 
 
Narrararon como un grupo de alrededor de 10 personas se introdujeron a su domicilio, rompiendo la chapa a balazos, varios de ellos ahí quedaron heridos, y después ya no vieron más, cuando alrededor de las 23:00 horas finalmente pudieron huir y refugiarse lejos del enfrentamiento.

En el lugar quedó un vehículo con blindaje artesanal totalmente calcinado, con cientos de impactos de bala de grueso calibre, en el que se presumen quedaron los cuerpos sin vida de al menos 12 personas, este viernes, aún se apreciaban restos de huesos semicalcinados y el olor inconfundible a muerte.

Las fuerzas policiacas y Guardia Nacional, llegaron a la comunidad 12 horas después, y sólo ayudaron a los pobladores a trasladarse a la cabecera municipal en calidad de refugiados, y a recoger algunos de los muertos que no se llevaron sus compañeros.
 
 
 
 
Para la mañana del domingo «El Chivo» era un pueblo fantasma más de este municipio, éxodo al que se sumaron La Estancia, El Reparo, El Ranchito, La Ciénega, Cuambio, la mayoría de ellas aledañas a la cabecera municipal.

Esta vez la mayoría, no se refugiaron en la cabecera, sino que se trasladaron por sus medios a Ciudad Altamirano, hacia el Estado de Michoacán, en poblaciones como Huetamo y San Lucas, y otros salieron del Estado.

Sufre el municipio la asfixia económica por parte del Estado
 
Sin embargo, denunciar la crisis humanitaria que se vive en su municipio, le ha costado al presidente, Gregorio Portillo Mendoza, el asfixio económico por parte del Gobierno del Estado y Federal, que agudiza la problemática.

Manifestó que desde el mes de noviembre cuando se hizo pública la situación de violencia en el municipio, las participaciones estatales se redujeron hasta en un 30 por ciento, de dos millones y medio aproximadamente que recibía cada mes, disminuyeron a menos de dos millones.
 
 
 
 
Esta medida, que dijo desconocer por qué razones, tienen asfixiadas las finanzas, pues no alcanza para el pago de la nómina, no hay para programas sociales y mucho menos hay recursos para atender el problema del desplazamiento forzado.

Recientemente, dijo, tampoco han sido enviadas despensas para las familias desplazadas, material de limpieza y colchonetas por lo que tienen forma de atenderlos y han tenido que buscar el apoyo de organismos no gubernamentales para solventar esta crisis.

También dijo, que ha sido excluido de las mesas regionales de seguridad, a pesar de que en varias ocasiones ha solicitado acudir, incluso ha tenido que pedir la intervención de la Federación para que se le permita exponer el tema de la violencia en su municipio.

Incluso en materia de seguridad el apoyo del Estado y la Federación es limitado, y no atiende las causas de origen del problema de violencia, pues desde el inicio del mes de noviembre del año pasado, le hicieron saber la forma en que se podría limitar la presencia de ambos grupos armados, pero han hecho caso omiso.
 
 
 
 
Portillo Mendoza, explicó que en una de las mesas regionales de seguridad, expuso la necesidad de instalar tres filtros permanentes de revisión, uno en la salida a Huetamo, Michoacán, otro en La Calera que conecta con la Zona Serrana, así como en la comunidad de Cuatro Caminos, puntos estratégicos en las vías de comunicación de este municipio.

«Si hacemos esto, mermamos de manera importante la logística de estos dos grupos, al ya no poder trasladarse, transportar armas, así como vehículos artillados como el incendiado en El Chivo, que obligatoriamente pasó por la cabecera municipal, sin que nadie lo notara», dijo.
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