Estado de México.-“Son las 18:00 y hemos empezado a alistar todo para nuestro suicidio”, fueron las últimas palabras de Mari, la mujer que se ahorcó y envenenó a sus hijos, en la colonia San Francisco Chimalpa en Naucalpan, Estado de México.
La mujer de 31 años, escribió esta carta antes de tomar la decisión de quitarse la vida y hacer lo mismo con sus tres pequeños hijos porque su pareja tenía una amante, además se presume que pretendía quitarle a los niños.
En el escrito, Mari, hizo una crónica de su muerte, detalló como fueron los últimos meses al lado de su marido y como sufrieron sus hijos cada que lo veían partir, en la carta le escribe a su esposo Lázaro, que ella y sus hijos lo amaban mucho a pesar de que él no los valoró y prefirió a otra mujer.
La mujer de 31 años, escribió esta carta antes de tomar la decisión de quitarse la vida y hacer lo mismo con sus tres pequeños hijos porque su pareja tenía una amante, además se presume que pretendía quitarle a los niños.
En el escrito, Mari, hizo una crónica de su muerte, detalló como fueron los últimos meses al lado de su marido y como sufrieron sus hijos cada que lo veían partir, en la carta le escribe a su esposo Lázaro, que ella y sus hijos lo amaban mucho a pesar de que él no los valoró y prefirió a otra mujer.
“Por qué Lázaro, por qué pudo más un culo que el amor de mis maravillosos hijos”
“Son las 18:00 horas y hemos empezado a alistar todo para nuestro suicidio […] Será lo último que hagas por nosotros, incineranos por favor, y si en dado caso no se pueda por el suicidio, entiérranos juntos, juntos, juntos”, escribió Mari.
“Te amamos y esta maravillosa pequeña familia siempre te amó. No lo supiste valorar porque no te gusta que te amen. Ellos y yo dimos lo mejor, porque somos maravillosos. No puedo creer que hayas cambiado esta súper familia por alguien que vale, que no se valora, pero bueno”.
Finalmente, luego de escribir en cuatro hojas, le deseó que fuera feliz.
“Espero que seas feliz con ella, aunque sea un rato… Atentamente: Mari, la maravillosa mujer que cambiaste por una basura”.
“Te amamos y esta maravillosa pequeña familia siempre te amó. No lo supiste valorar porque no te gusta que te amen. Ellos y yo dimos lo mejor, porque somos maravillosos. No puedo creer que hayas cambiado esta súper familia por alguien que vale, que no se valora, pero bueno”.
Finalmente, luego de escribir en cuatro hojas, le deseó que fuera feliz.
“Espero que seas feliz con ella, aunque sea un rato… Atentamente: Mari, la maravillosa mujer que cambiaste por una basura”.
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