Los fiscales federales del Distrito Este de Nueva York, con sede en Brooklyn, presentaron la petición de Andrea Fernández Vélez para recibir la restitución de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, a quien acusó de querer matarla.
Sin embargo, las propias autoridades indican al juez Brian Cogan que, basados en una decisión de la Corte Suprema y citando el caso Sessions v. Dimaya, la originaria de colombia –quien fue asistente personal de Alex Cifuentes-Villa— no debe recibir restitución alguna.
Aseguran que los hechos contra Fernández Vélez no coinciden con los 16 requisitos que establece la Ley Obligatoria de Restitución de Víctimas de 1996 (“MVRA”).
Cuando rindió testimonio, Cifuentes-Villa afirmó que Fernández Vélez trabajó para él y Guzmán Loera como parte del Cártel de Sinaloa.
“Ella realizó una variedad de tareas, incluyendo entregar dinero para drogas y ayudar en esfuerzos para obtener narcóticos”, apunta el documento 663 enviado al juez Cogan. “Cifuentes Villa testificó que, en aproximadamente en 2013, el acusado y Cifuentes Villa ordenaron la muerte de Fernández Vélez, cuando ella falló en arreglar un soborno de $10 millones (de dólares) a un general corrupto, como lo había ordenado el acusado”.
También el agente especial del FBI, Steven Marston, declaró que Fernández Vélez era una cooperante proactiva y encubierta en la investigación contra Guzmán Loera y sus socios desde septiembre de 2012 hasta 2014.
“El FBI le dio instrucciones para trabajar en lugares extranjeros, y ella proporcionó al FBI voluminosas comunicaciones grabadas”, se indicó. “De los esfuerzos del acusado por matar a Fernández Vélez, ella fue trasladada de México a Canadá y luego a los Estados Unidos”.
Sin embargo, las propias autoridades indican al juez Brian Cogan que, basados en una decisión de la Corte Suprema y citando el caso Sessions v. Dimaya, la originaria de colombia –quien fue asistente personal de Alex Cifuentes-Villa— no debe recibir restitución alguna.
Aseguran que los hechos contra Fernández Vélez no coinciden con los 16 requisitos que establece la Ley Obligatoria de Restitución de Víctimas de 1996 (“MVRA”).
Cuando rindió testimonio, Cifuentes-Villa afirmó que Fernández Vélez trabajó para él y Guzmán Loera como parte del Cártel de Sinaloa.
“Ella realizó una variedad de tareas, incluyendo entregar dinero para drogas y ayudar en esfuerzos para obtener narcóticos”, apunta el documento 663 enviado al juez Cogan. “Cifuentes Villa testificó que, en aproximadamente en 2013, el acusado y Cifuentes Villa ordenaron la muerte de Fernández Vélez, cuando ella falló en arreglar un soborno de $10 millones (de dólares) a un general corrupto, como lo había ordenado el acusado”.
También el agente especial del FBI, Steven Marston, declaró que Fernández Vélez era una cooperante proactiva y encubierta en la investigación contra Guzmán Loera y sus socios desde septiembre de 2012 hasta 2014.
“El FBI le dio instrucciones para trabajar en lugares extranjeros, y ella proporcionó al FBI voluminosas comunicaciones grabadas”, se indicó. “De los esfuerzos del acusado por matar a Fernández Vélez, ella fue trasladada de México a Canadá y luego a los Estados Unidos”.
Fue 13 de noviembre de 2013 que la colombiana llegó a un acuerdo final con los investigadores, al declararse culpable de conformidad a un acuerdo de cooperación con Distrito Sur de Nueva York a una acusación formal por conspiración para importar cocaína a los Estados Unidos.
Ante presiones de la defensa de Guzmán Loera durante el juicio, el agente especial Marston reconoció que el FBI pagó a Fernández Vélez $290,000 dólares y la posibilidad de obtener una visa (que se otorga a testigos cooperantes), así como su reubicación en EEUU.
El cargo uno de los 10 que enfrentaba, Guzmán Loera fue acusado por conspiración de homicidio contra la colombiana.
Durante la sentencia de Guzmán Loera, los fiscales federales sorprendieron a los asistentes a la Corte al llevar a Fernández Vélez, quien leyó una carta frente al mexicano.
“Gracias al Gobierno de los Estados Unidos porque lideraron la investigación y me rescataron, literalmente, del Infierno”, dijo la colombiana.
“El señor Guzmán trató de matarme y ahora tengo la oportunidad de decir la verdad”, expresó vestida con un traje sastre negro, luciendo cabello con varios tonos rubios, similar al que lució en esta ocasión Emma Coronel, esposa de Guzmán Loera. “Tengo pesadillas de cuando Guzmán me usó de carnada para secuestrar a un militar en Ecuador”.
Ante presiones de la defensa de Guzmán Loera durante el juicio, el agente especial Marston reconoció que el FBI pagó a Fernández Vélez $290,000 dólares y la posibilidad de obtener una visa (que se otorga a testigos cooperantes), así como su reubicación en EEUU.
El cargo uno de los 10 que enfrentaba, Guzmán Loera fue acusado por conspiración de homicidio contra la colombiana.
Durante la sentencia de Guzmán Loera, los fiscales federales sorprendieron a los asistentes a la Corte al llevar a Fernández Vélez, quien leyó una carta frente al mexicano.
“Gracias al Gobierno de los Estados Unidos porque lideraron la investigación y me rescataron, literalmente, del Infierno”, dijo la colombiana.
“El señor Guzmán trató de matarme y ahora tengo la oportunidad de decir la verdad”, expresó vestida con un traje sastre negro, luciendo cabello con varios tonos rubios, similar al que lució en esta ocasión Emma Coronel, esposa de Guzmán Loera. “Tengo pesadillas de cuando Guzmán me usó de carnada para secuestrar a un militar en Ecuador”.
Agregó que en aquella ocasión un comando armado llevaba AK-47. También contó que un grupo de policías federales intentaron matarla en la Ciudad de México, luego de que Guzmán Loera había ofrecido un millón de dólares por ella.
“Yo admiraba a Joaquín… trabajé en el proyecto de su película… Lo llegué a ver como una persona buena, amable. Cuando lo conocí le vi carisma”, expresó.
La carta enviada al juez Cogan fue firmada por el fiscal federal del Distrito Este, Richard Donoghue; el Jefe de la Sección de Estupefacientes y Drogas Peligrosas de la División Criminal Departamento de Justicia de los Estados Unidos, Arthur Wyatt, y la fiscal del Distrito Sur de Florida, Ariana Fajardo Orshan.
¿Quién es Andrea Vélez y cuál fue su relación con “El Chapo”?
La colombiana Andrea Fernández Vélez, una mujer joven, alta, delgada, de cabello castaño y largo hasta la cintura, narró en la Corte Federal de Nueva York cómo fue su relación durante el tiempo que trabajó para el éxlíder del Cártel de Sinaloa.
Fernández Vélez explicó que decidió colaborar con el FBI debido a que El Chapo Guzmán quiso acabar con su vida y ofreció un millón de dólares por su cabeza.
Frente al jurado la colombiana dijo que entre ellos surgió una “empatía” durante el tiempo en el que trabajaron juntos: “Yo admiraba profundamente al señor Guzmán, lo llegué a ver como una persona buena, educada, que se preocupaba por mí, era amable y con carisma. En algún momento llegué a sentir que era como de mi familia”.
“Yo admiraba a Joaquín… trabajé en el proyecto de su película… Lo llegué a ver como una persona buena, amable. Cuando lo conocí le vi carisma”, expresó.
La carta enviada al juez Cogan fue firmada por el fiscal federal del Distrito Este, Richard Donoghue; el Jefe de la Sección de Estupefacientes y Drogas Peligrosas de la División Criminal Departamento de Justicia de los Estados Unidos, Arthur Wyatt, y la fiscal del Distrito Sur de Florida, Ariana Fajardo Orshan.
¿Quién es Andrea Vélez y cuál fue su relación con “El Chapo”?
La colombiana Andrea Fernández Vélez, una mujer joven, alta, delgada, de cabello castaño y largo hasta la cintura, narró en la Corte Federal de Nueva York cómo fue su relación durante el tiempo que trabajó para el éxlíder del Cártel de Sinaloa.
Fernández Vélez explicó que decidió colaborar con el FBI debido a que El Chapo Guzmán quiso acabar con su vida y ofreció un millón de dólares por su cabeza.
Frente al jurado la colombiana dijo que entre ellos surgió una “empatía” durante el tiempo en el que trabajaron juntos: “Yo admiraba profundamente al señor Guzmán, lo llegué a ver como una persona buena, educada, que se preocupaba por mí, era amable y con carisma. En algún momento llegué a sentir que era como de mi familia”.
Sin embargo, sus palabras se transformaron al narrar cómo el capo mandó matarla, “ofreció un millón de dólares a los Hells Angels para acabar con mi vida, pero la Policía Federal y la Fiscalía de Brooklyn me rescataron literalmente del infierno”.
En mayo de 2010, Andrea fue inculpada por delitos de narcotráfico en una corte de Nueva York, sin embargo, parece ser que nunca estuvo en prisión.
Según la información proporcionada durante el juicio en contra de Guzmán Loera, la mujer fue abordada en Colombia por el FBI, quienes solicitaron convertirse en informante en contra de El Chapo y de Alex Cifuentes, ella aceptó.
Una vez cerrado el trato de que si cooperaba no iría a la cárcel, el FBI le ofreció 290 mil dólares y en 2013, cuando su vida corría peligro fue llevada a los Estados Unidos mediante una visa especializara testigos cooperantes y desde aquel momento forma parte del programa de protección de testigos del gobierno de EU, en donde cuenta con una nueva identidad.
una mujer llamada andrea velez habria sido una pieza clave en el juicio en contra de joaquin “el chapo” guzman ya que al ser su colaboradora cer 1
¿Cómo se conocieron Andrea y El Chapo?
Andrea era amiga del narcotraficante colombiano Alex Cifuentes, socio del sinaloense, que también figuró en el juicio del siglo como testigo de la Fiscalía en contra del Chapo.
En mayo de 2010, Andrea fue inculpada por delitos de narcotráfico en una corte de Nueva York, sin embargo, parece ser que nunca estuvo en prisión.
Según la información proporcionada durante el juicio en contra de Guzmán Loera, la mujer fue abordada en Colombia por el FBI, quienes solicitaron convertirse en informante en contra de El Chapo y de Alex Cifuentes, ella aceptó.
Una vez cerrado el trato de que si cooperaba no iría a la cárcel, el FBI le ofreció 290 mil dólares y en 2013, cuando su vida corría peligro fue llevada a los Estados Unidos mediante una visa especializara testigos cooperantes y desde aquel momento forma parte del programa de protección de testigos del gobierno de EU, en donde cuenta con una nueva identidad.
una mujer llamada andrea velez habria sido una pieza clave en el juicio en contra de joaquin “el chapo” guzman ya que al ser su colaboradora cer 1
¿Cómo se conocieron Andrea y El Chapo?
Andrea era amiga del narcotraficante colombiano Alex Cifuentes, socio del sinaloense, que también figuró en el juicio del siglo como testigo de la Fiscalía en contra del Chapo.
Alex conoció a Andrea por medio de una actriz colombiana, entonces se fue a vivir a Cancún y se convirtió en vocera, secretaria y mano derecha, al grado de manejar su caja chica, comparte ropa, relojes y accesorios personales.
Otra de las funciones de Vélez era la del manejo de la agenda y contactos, por lo que mantenía reuniones con los integrantes de la guerrilla colombiana conocida como las FARC, además de manejar los contactos con otros narcotraficantes de Canadá, Ecuador y con funcionarios y militares a quienes entregaba sobornos para poder operar.
En México, Fernández Vélez manejaba una agencia de modelos, una empresa que utilizaba de fachada para manejar prostitutas para los militares que sobornaba el Chapo, la agencia operaba en la Ciudad de México.
Otra de las funciones de Vélez era la del manejo de la agenda y contactos, por lo que mantenía reuniones con los integrantes de la guerrilla colombiana conocida como las FARC, además de manejar los contactos con otros narcotraficantes de Canadá, Ecuador y con funcionarios y militares a quienes entregaba sobornos para poder operar.
En México, Fernández Vélez manejaba una agencia de modelos, una empresa que utilizaba de fachada para manejar prostitutas para los militares que sobornaba el Chapo, la agencia operaba en la Ciudad de México.
En 2013, antes de poder escapar a los Estados Unidos, el Chapo la usó para poder secuestrar al capitán del ejército de Ecuador, Telmo Castro, en un restaurante al que un grupo de hombres armados entró con armas AK47 para llevarse al militar.
La colombiana también detalló que en esa misma época, ella ofrecido 10 millones de dólares a un militar mexicano, del que no proporcionó más datos, para que dejara de perseguir al capo, sin embargo ante la negativa del militar, el Chapo desconfió de ella y mandó matarla.
Al parecer, el Chapo dio la orden de matarla al enterarse que Vélez se habría convertido en informante del FBI.
Durante su relato en la Corte, Aérea afirmó que llegó a padecer el “síndrome de Estocolmo porque tenia distorsionada la imagen de sus captores.
La colombiana también detalló que en esa misma época, ella ofrecido 10 millones de dólares a un militar mexicano, del que no proporcionó más datos, para que dejara de perseguir al capo, sin embargo ante la negativa del militar, el Chapo desconfió de ella y mandó matarla.
Al parecer, el Chapo dio la orden de matarla al enterarse que Vélez se habría convertido en informante del FBI.
Durante su relato en la Corte, Aérea afirmó que llegó a padecer el “síndrome de Estocolmo porque tenia distorsionada la imagen de sus captores.
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