Samuel Alejandro García Sepúlveda, a sus 31 años, aspira a un escaño en el Senado de la República por el partido Movimiento Ciudadano (MC). Descendiente de una familia dedicada a la abogacía, el candidato es sobrino de Gilberto García Medina, alias El June, quien cumple una condena por narcotráfico desde hace 10 años.
El June, considerado el segundo líder del Cártel del Golfo en 2001, es primo del padre del candidato que busca representar a Nuevo León en el poder Legislativo, Samuel Orlando García Mascorro, fundador de la Firma Jurídica y Fiscal.
Los padres de ambos, Gilberto García Acevedo y Samuel García Acevedo, son hermanos.
El June, considerado el segundo líder del Cártel del Golfo en 2001, es primo del padre del candidato que busca representar a Nuevo León en el poder Legislativo, Samuel Orlando García Mascorro, fundador de la Firma Jurídica y Fiscal.
Los padres de ambos, Gilberto García Acevedo y Samuel García Acevedo, son hermanos.
EL UNIVERSAL pidió una postura al equipo de campaña del candidato y declinaron hacer comentarios, aunque aceptaron el lazo sanguíneo.
De acuerdo con información en poder de EL UNIVERSAL, los hermanos García Acevedo son hijos de una pareja formada por Anacleto García y Cleotilde Acevedo.
En actas de nacimiento obtenidas por este diario, se omitió el apellido Acevedo en las actas de El June y de Samuel Orlando García, padre del candidato de MC.
En el acta de nacimiento de Gilberto García Mena, su padre sólo aparece como Gilberto García; y en la de Samuel Orlando García Mascorro, el padre aparece como Samuel García A.
Pero en el acta de nacimiento del candidato Samuel García, fechada el 2 de marzo de 1988, el nombre de su abuelo aparece con sus apellidos completos: García Acevedo.
Gilberto García Mena El June fue conocido por ser, prácticamente, la única fuente de empleo para el pueblo de Guardado de Abajo, en la ciudad de Camargo, Tamaulipas.
Su primo, Samuel Orlando García Mascorro, originario de Guardado de Arriba, Miguel Alemán, Tamaulipas, es un prestigioso abogado fiscal junto a sus hijos mayores, Samuel Orlando y Silvia Catalina, radicados todos en Nuevo León.
El candidato Samuel García estudió en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) la licenciatura en Derecho y Finanzas, también cursó una maestría en Derecho Público y obtuvo el grado de doctor en Política Pública y Administración Pública por la misma institución educativa.
En la firma de su padre se desempeña como socio director de García Mascorro Abogados y cofundador de Firma Jurídica y Fiscal.
Sus inicios en la política se remontan a la organización Rescatemos Nuevo León, la misma que le permitió postularse como candidato a diputado local, y una de sus principales promesas de campaña fue la de donar su sueldo al programa de activismo Un solo San Pedro.
Pese a su colaboración con asociaciones civiles, hechos como que ha sido captado conduciendo un automóvil de 2.6 millones de pesos, y protagonizó un video en donde se le ve en estado inconveniente, fueron virales en redes sociales, y los usuarios de redes lo calificaron como una muestra de doble moral.
A inicios de este año, luego de su registro como precandidato al Senado, el ex aspirante a diputado local por su mismo partido, Alberto Abascal Uckles, lo acusó de presentar irregularidades en el financiamiento de su precampaña, ya que se compraron kits promocionales con un precio de hasta 196 mil pesos.
Entonces, Samuel García le respondió a través de un video en su cuenta de Facebook, donde aseguró que esa cantidad fue el presupuesto total otorgado por el Instituto Nacional Electoral (INE) para gastos genéricos en las precampañas de todos los aspirantes de Movimiento Ciudadano en la entidad.
"Si lo que el señor dice fuera verdad, al INE, al PRI y al PAN, a la Fiscalía Anticorrupción y a muchos otros los traería ahorita encima.
" Es una verdadera pena y una lástima que el señor Uckles haya difundido información falsa tratando de manchar un proceso interno. Así va a ser ahora, para eso me metí a la política, para pegarle al sistema', escribió el 12 de febrero de este año el aspirante al Senado.
El candidato ha sido expuesto por el pago de facturas que realizaba su grupo parlamentario, mientras fue coordinador de Movimiento Ciudadano en el congreso local de Nuevo León, a una empresa fantasma con domicilio en un inmueble ubicado en el municipio de Juárez.
" Es una verdadera pena y una lástima que el señor Uckles haya difundido información falsa tratando de manchar un proceso interno. Así va a ser ahora, para eso me metí a la política, para pegarle al sistema', escribió el 12 de febrero de este año el aspirante al Senado.
El candidato ha sido expuesto por el pago de facturas que realizaba su grupo parlamentario, mientras fue coordinador de Movimiento Ciudadano en el congreso local de Nuevo León, a una empresa fantasma con domicilio en un inmueble ubicado en el municipio de Juárez.
Candidato al Senado por MC en Nuevo León niega vínculos
Samuel García Sepúlveda, candidato de MC al Senado por Nuevo León, rechazó tener vínculos con el narcotráfico y señaló al PRI, PAN y al candidato presidencial Jaime Rodríguez Calderón, ‘El Bronco’, de estar detrás de la guerra sucia en su contra.
“Me encontré con una nota desafortunada y que me intenta ligar con el narco, a lo que tiene que llegar el PRI, PAN y 'El Bronco'. Es una bajeza que quieran hacer esta guerra sucia a 30 días de la elección, meterse con lo más sagrado para mí, que es mi familia”, dijo este miércoles.
La nota a la que hizo referencia García Sepúlveda fue publicada este miércoles por El Universal. En ella se asegura que Samuel Orlando García Mascorro, padre de Samuel García, es supuestamente primo de Gilberto García Medina, alias ‘El June’, quien fue considerado el segundo líder del Cártel del Golfo en 2001.
“Pero los entiendo, están abajo, vamos a hacer historia, va a ser la primera vez que llega un joven de 30 años a la Cámara alta, que no es del PRI y del PAN”, agregó García en el video publicado en su página de Facebook.
Además, el candidato de MC acusó a ‘El Bronco’ de utilizar cerca de 600 servidores públicos de Nuevo León para recopilar las firmas de apoyo en horas hábiles.
Ciro Murayama, presidente de la Comisión de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE), detalló el lunes que 'El Bronco' utilizó a 652 servidores públicos, de 29 dependencias del gobierno de Nuevo León, para que recolectaran apoyos.
El June
Gilberto García Mena, "El June", era considerado el segundo líder del cártel del Golfo, es la historia de un hombre que con su dinero compró a este pueblo, y que al remediar muchas carencias sociales construyó su propio altar.
Los pobladores de este pequeño lugar, de apenas 300 habitantes, han preferido mitificar a "El June", aprehendido el 9 de abril del 2001 . Gilberto García se convirtió en el benefactor único de todo lo que se mueve aquí.
Entre las callejuelas de tierra y casas a medio levantar, destaca una propiedad de "El June" contracción de "junior" con pilares de estilo griego, grandes cúpulas, adornada con una puerta de caoba y cristal biselado, con alberca e incrustaciones de oro.
Las historias que se recogen de García Mena son las de un ser generoso. Sin embargo, el historial delictivo de este narcotraficante se finca en que fue ladrón de autos y por eso lo arrestaron en 1989; que, estando preso en Topo Chico, Monterrey, contactó al cártel del Golfo; que fue burrero antes de ser operador de Osiel Cárdenas.
Pese a todo ello, en Guardados de Abajo pueblo que hoy infunde temor entronizan a "El June". Una mujer enfurecida con el arresto del capo se pregunta: "¿Y ahora qué vamos a hacer?".
Y un anciano del lugar comenta: "Si no nos regresan al `June`, van a tener que borrar a este pueblo del mapa".
Desconocido virtualmente para todos los mexicanos, el nombre de Gilberto García Mena, "El June", surgio de la nada. Se le atribuye ser un narco muy poderoso. Un sucesor de Juan García Ábrego. Quién sabe. Lo que sí es cierto es que "El June" supo comprar a los habitantes de Guardados de Abajo, un pueblo de no más de 300 habitantes, ubicado en el norte de Tamaulipas. Se convirtió en el benefactor único de todo lo que se mueve aquí. Por eso casi lo mitifican. Todos se convierten en cómplices, empleados, guaruras, gatilleros. Guardados de Abajo es el pueblo de "El June", un lugar que da miedo El oscuro cristal de la ventanilla de esa pick up azul desciende de súbito.
El conductor estira el brazo; tensa los músculos. Sus dedos índice y pulgar forman un arco que en segundos se convertirá en un revólver imaginario. Basta mirar la insana expresión de sus ojos, o los orificios causados por impactos de bala en la lámina de la camioneta, para saber que aunque parece estar jugando, este tipo es de los curtidos en balaceras, de los que están acostumbrados a ver de cerca la muerte.
Ahora sus falanges nos apuntan. Al menos le acertaría a la roja lámina del rojo Golf en que viajamos. La mira que este hombre de barba espesa tiene es privilegiada: se encuentra estacionado, con el motor encendido, sobre una montecillo en la entrada-salida de este pueblo.
En otras circunstancias, una pistola simulada, de carne y huesos, no tendría por qué preocupar; sería un juego. Sin embargo, estamos en los terrenos de Gilberto García Mena, "El June", uno de los tantos operadores del cártel del Golfo. Y ese que nos apunta, que aprieta los dientes al vernos, era, es gatillero del presunto narcotraficante, según dicen múltiples voces en este pueblo. Y entonces tuerce el pulgar, como si quitara el seguro de la pistola. Y luego dobla el índice, como si jalara del gatillo. Después escupe. El negro cristal se eleva. Aúlla el motor de la pick up . Rechinan los frenos. Se pierde entre los nubarrones de polvo.
Uno quisiera que no lo invadiera una ráfaga de miedo, de desamparo, pero desde la llegada a Guardados de Abajo, desde que el Golf se abría paso entre las solitarias calles de este poblado de no más de 300 habitantes, el temor nos dio la bienvenida.
Primero fue aquel tipo de ropas deshilachadas y capas de suciedad que no dejaba de hacer gestos quién sabe a quién, y que parecía disfrutar al perseguirnos en su destartalada bicicleta. Algunos habitantes dicen que está loco, ido ; entonces, por el bien de todos, deberían de quitarle la navaja suiza que trae colgando.
Después, el otro individuo, enjuto, que nos miró sin perder detalles, recargado en la primera casa del pueblo, en la entrada, la que hasta antes de ser incautada por la PGR, pertenecía a Octavio García, el delegado municipal, uno de los 21 pobladores detenidos por sus presuntos nexos con el narcotráfico. El mismo Octavio García que colocó cámaras de circuito cerrado para vigilar cualquier movimiento.
Luego todas esas trocas, de vidrios polarizados que pasaban al lado, despacio, para luego arrancar con coraje.
Más tarde, ese regordete hombre de rígidas líneas en el rostro a quien le preguntamos por dónde estaba la iglesia y respondió acariciando una escuadra encajada en la cintura.
O todas esas sombras que se asomaban por las ventanas.
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